viernes, 16 de agosto de 2013

Una pantalla al exterior




“En todas las casas, incluso en las regiones muy pobres, hay un televisor, no en todas una computadora pero sí un televisor. De modo que el centro de la casa es al mismo tiempo el lugar de la relación con el exterior, es como si el individuo quedara descentrado en la relación consigo mismo. Existe a través de las imágenes y establece relaciones de tipo ilusorio con el resto del mundo. La ficción que presenta la televisión tiene un aspecto ambiguo y, en cierta forma, nuestra realidad no es más que este tipo de ficción.”
Marc Augé

“Beldurra da, Besterik ez. Ez-lekuak.
.(Se trata del miedo. Los no lugares)"
LISABÖ – Martxel Mariskal

2 comentarios:

circulos3 dijo...

Zure denbora ez da zure adatsa bezain luzea.
Zure aurpegiak beste izaki batena dirudi, adia egiten duzunean.
Bihotzetik ezin ihes egin, ezin deus ere oratu.
Ezlekuak, oraindik, orain.

Haur biluziak herriak eraikitzen.
Distantziak infinituak dira,
ta uneoro euren begiak
ur lodiez betetzen dira.

Zubi labainkorra,
oheratu nahi ez duten giltza-peratutako pertsonak,
gaua berrasmatzen.

Beldurra da, besterik ez, sexua, gosea,
iluntasunari eusten, tinko oratzen hutsuneari.
Euren hortz-haginak salgai,
ta euren korbata, koloretsu aberrigabeak.

Mundu estralurtarrak sabai zurietan bildu
eta pikutara bidali ditut gaueko hiruretan.
Istripu bat izan delarik gure leihopean.

Nik jakin badakit hau ez dela hotelik aproposena.
Jakin badakit, nik, zirkulazioak ez duela sekulan atsedena hartzen
eta pintura paretetatik erortzen dela.
Beldurra da, besterik ez. Ez-lekuak.

circulos3 dijo...


Tu tiempo no es tan largo como tu cabello.

Tu rostro parece el de otra criatura cuando gimes.

No poder escapar del corazón, no poder asir nada.

Los no-lugares, todavía, ahora.

Niños desnudos erigiendo ciudades.

Las distancias son infinitas,

y a cada instante sus ojos

se inundan con agua espesa.

Un puente resbaladizo,

personas encerradas bajo llave que no quieren acostarse,

reinventando la noche

Se trata del miedo, nada más. Sexo, hambre,

agarrándose a la oscuridad, aferrándose al vacío.

Sus dentaduras en venta,

y sus corbatas coloridas apátridas.

He envuelto los mundos extraterrestres en sábanas blancas

y los he mandado a la mierda a las tres de la madrugada,

habiendo ocurrido un accidente bajo nuestra ventana.

Sé perfectamente que éste no es el hotel más apropiado

Sé perfectamente, yo, que el tráfico nunca descansa

y que la pintura se desprende de la pared.

Se trata del miedo, nada más. Los no lugares.